lunes, 13 de noviembre de 2017

Decio Machado: "El crecimiento chino ha permitido globalmente reducir la pobreza pero ha incrementado el deterioro ambiental"


Entrevista a Decio Machado, experto en geopolítica y director ejecutivo de la Fundación ALDHEA.

Groen Guerrero Magazine

¿Cuál es tu valoración del XIX Congreso del Partido Comunista chino?

Básicamente hemos asistimos al reforzamiento del poder omnímodo del presidente de la República Popular de China, Xi Jinping, quien durante su gestión anterior ya se había encargado de anular cualquier posibilidad de incidencia de facciones rivales en la postulación de miembros en los órganos de dirección del PCCh. De esta manera Xi concentra aún los poderes en torno a su persona y mantiene la lógica de formentar el culto a su persona.

El reconocimiento por parte de la burocracia china de sus tesis sobre el socialismo chino con características particulares para una nueva era, lo cual ha pasado a formar parte del fundamento ideológico del partido más grande del mundo, posiciona su figura al mismo nivel que la de líderes históricos como Mao o Deng.

Tal y como ha quedado compuesto el Comité Permanente del Buró Político del PCCh, verdadero centro de poder en China, es muy posible que asistamos a su reelección para un tercer período en 2022. Esto sería algo inédito en la historia del partido desde el fallecimiento de Deng Xiaoping en febrero de 1997.

¿Cuáles son los aspectos políticos más importantes a reseñar durante el dicho Congreso?

Asistimos a un congreso marcado por la continuidad política en lo que ha sido la gestión de la burocracia china durante estos últimos cinco años. Se mantendrán las lógicas de paulatina apertura de la economía china bajo control del partido, se seguirá apostando por el desarrollo interno de nuevas tecnologías y la innovación en materia productiva y militar, así como se impulsaran lentas reformas destinadas a volver a atraer capitales hacia el gigante asiático. En este sentido es importante reseñar que la Inversión Extranjera Directa que llega a China es cada vez menor en relación al PIB del país, un porcentaje que se ha reducido a mitad en los últimos veinte años.

Desde tu punto de vista ¿cuáles son las causas de que se haya ralentizado el crecimiento de la economía china?

Al igual que muchas otras economías emergentes, aunque en este caso de forma sobredimensionada, China prosperó de manera clásica. Se construyeron carreteras para unir las fábricas a las instalaciones portuarias, se desarrollaron redes de telecomunicaciones buscando conectar unos centros de negocios con otros y se ofrecieron mejores remuneraciones en fábricas urbanas para su histórico campesinado. Sin embargo, hace años ya que la economía china alcanzó su punto de inflexión. La mano de obra procedente de las zonas rurales ya no es tan disponible como antaño y en empleo en fábricas alcanzó su máxima capacidad, de igual manera la inversión en infraestructura ya es muy considerable, a la par que la tendencia demográfica se ha invertido y ahora el Estado tiene que afrontar un reto para ellos insólito, la necesidad de cubrir dignamente las necesidades de su clase social pensionista.

El camino más probable para la China actual es el que siguió Japón a principios de la década de 1970, cuando su economía aún en auge desde el fin de la Segunda Gran Guerra se ralentizó sustancialmente pero continuó creciendo a un ritmo respetable. Hablamos de algo natural en cualquier economía “milagro”. China puede ser Japón tres décadas más tarde y diez veces más grande, lo cual como podemos apreciar en la actualidad tiene serias implicaciones para la economía global.

¿Ha sido beneficioso el crecimiento chino para el conjunto del planeta?

Digamos que el fin del ciclo de crecimiento chino en dos dígitos conlleva un análisis aun muy embrionario por parte de los académicos expertos en materia de desarrollo. En todo caso, me atrevo a afirmar que sin el desarrollo chino y sus implicaciones en materia comercial con el Sur Global no se habría asistido al nivel de reducción de la pobreza que hemos vivido durante la primera década y media de este siglo, pero por otro lado, la capacidad de fagocitación china de los recursos naturales globales ha sido también motor de la aceleración de las amenazas de destrucción ambiental y calentamiento global en las que estamos inmersos.

¿Es estable la economía china?

Buscar la estabilidad de su economía nacional es uno de los ejes principales abordados en este último congreso del PCCh. Dando respuesta a tu pregunta, considero que la economía china es relativamente estable, ha mostrado signos de reconducción positiva durante la gestión de Xi Jinping, sin embargo es una realidad que existe el riesgo de que pueda estallar una burbuja crediticia e inmobiliaria. Mientras los préstamos sigan acelerándose más que el PIB, es difícil afirmar que la economía china haya establecido una verdadera base para la estabilidad financiera.

Más allá de la planificación del Estado, el alto endeudamiento privado que enfrenta China es un grave problema, aunque se vea amortiguado por el hecho de que éste se desarrolle en su propia moneda. Cabe señalar que la “banca en la sombra” existente en China, más de seis bancos subterráneos que operan en los trasfondos de la economía oficial y de los cuales es imposible disponer de balances, suponen un volumen de riesgo cinco veces superior al que tenía Estados Unidos antes de la crisis subprime.

Xi Jinping expuso en su discurso inaugural que durante los últimos cinco años, esos coincidentes con su mandato al frente del PCCh, 60 millones de personas salieron de la pobreza. ¿Cuál es tu opinión?

Los ingresos per cápita de la población china están actualmente por encima de los 8.000 dólares y en progresión ascendente. Comparado con otros países que alto crecimiento económico como la India, el desarrollo chino ha permitido un nivel de mejoras económicas y sociales muy importante para su población. Sin embargo, lo que Xi no dijo en su conferencia es que el 1 por ciento de la población china controla un tercio de la riqueza nacional mientras el 25 por ciento más humilde tan sólo suma el 1 por ciento de esta riqueza. En pocas palabras, China es uno de los países más desiguales del planeta, lo cual pese al control político e informativo del PCCh sobre su población, significará a la postre un problema de desestabilización política.

Para terminar, ¿cómo ves el nuevo rol de China en el ámbito global?

Tras criticar solapadamente el nuevo aislacionismo propuesto por Donald Trump para los Estados Unidos, Xi en este congreso llamó textualmente a que China “tome el control del escenario mundial”. Esto en los países latinoamericanos ya es un hecho, dado que el nivel de inversiones chinas en el subcontinente se ha incrementado durante estos más de cuatro años ya de gestión presidencial de Xi Jinping. Los créditos atados provenientes del gigante asiático están significando también un alto nivel de implicación de empresas chinas en las economías nacionales latinoamericanas, hecho sobre el cual no voy a hacer una valoración en este momento.

Pero más allá de nuestra realidad local, es evidente que durante estos últimos cinco años ha habido cambios importantes respecto al papel de China en el concierto internacional. China ha pasado a liderar, al menos de palabra, la lucha internacional contra el cambio climático; es en estos momentos el mayor defensor planetario de la globalización económico capitalista; está reconfigurando el orden global y los espacios de atracción de inversiones a través del mega proyecto Nueva Ruta de la Seda y ha creado el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructuras para remodelar el viejo orden internacional sostenido tras la Segunda Guerra Mundial bajo la batuta de la instituciones de Bretton Woods. Estamos ante un nuevo mundo donde la visión del poder global conlleva ojos rasgados.

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